el Dueño tiene
poder, mucho poder, todo el poder. porque el Dueño puede hacer que el
objeto sienta cualquier cosa, desde lo más elevado a sentirse el ser más
hundido y despreciable de la tierra, solo con su palabra. por supuesto
Su deseo es que el objeto se sienta de la primera forma y lo segundo lo
usa como castigo o para que el objeto se de cuenta de lo que significa
desobedecer. afortunadamente hoy ha sido uno de los días en que esto no
ha sido necesario. de hecho cada vez es menos necesario. los mensajes
del Dueño, Su compasión, Su comprensión, Su atención han hecho que hoy
el objeto se sienta infinitamente mejor que ayer. de hecho amaneció y su
primer pensamiento fue para el Dueño, comprendiendo que el objeto no
necesita más, no quiere más, no anhela más que servirle y obedecerle.
esa es la clave de todo. cuando el objeto se desvía, aunque sea lo más
mínimo, de ese objetivo, todo se estropea. el objeto estuvo todo el día
con un profundo sentimiento de adoración y paz hacia el Dueño, así como
el de agradecimiento por haber encontrado al objeto, haberlo convertido
en su propiedad y haberlo hecho de la manera que lo ha hecho, buscando
siempre el objetivo de no pensar, no decidir y no sentir.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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