muchas veces hemos hablado en este blog de los efectos psicológicos del bondage. y muchas veces más hablaremos de él. de qué vamos a hablar si no, siendo uno de los fetiches principales del Dueño y del objeto. en cuanto empieza a pensar en el bondage, el objeto recuerda esa frase que dice "no es bondage hasta que empiezas a querer soltarte y no puedes". porque el bondage puede ser excitante, atractivo, atrayente, pero hasta que no deseas liberarte y no puedes no empieza lo realmente interesante. es como esos Amos que lo primero que hacen en una sesión a un inferior es que se corra. lo que es el culmen para muchos, el final, es el principio para otros. la intención de esos Amos es eliminar de la ecuación un elemento importante: el deseo, que te hace decir y hacer cosas que no dirías normalmente. cuando eso desaparece aparece el auténtico ser, el auténtico sumiso, el auténtico esclavo, si lo eres. igual ocurre con el bondage. cuando deja de ser excitante, cuando deja de ser atractivo, cuando deja de producirte placer es cuando empieza a volverse interesante.
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