el objeto tenía hoy una reunión que se hizo por videoconferencia y había un peligro claro de que intentaran pisar al objeto. compartió el objeto con el Dueño esta inquietud y el Dueño confirmó nuevamente su orden, que el objeto no se deje pisar por nadie sino por el Dueño y por aquellos que El permita. eso significa que nadie abusará del objeto, aunque eso signifique el conflicto y cierto enfrentamiento. son dos cosas de las que huye el objeto, sobre todo porque no tiene derecho a enfrentarse ni a entrar en conflicto con ningún humano. todos son Superiores. sin embargo la orden del Dueño está por encima de cualquiera y de cualquier cosa.
el objeto siempre fue muy tímido, hasta apocado llegaría a decir, en su adolescencia y gran parte de su pubertad. siempre estaba preocupado por lo que pensaran los demás. una orden tan sencilla como esa, en un contexto de sumisión, marca la diferencia.
el ego es la base de todos los problemas, su necesidad de aprobación y su temor al rechazo. bajo las botas del Dueño todo eso ha desaparecido. ahora solo queda la obediencia y la certeza de que todo está bien porque todo está en manos del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
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