la sumisión puede convertirse en una necesidad, en un impulso, en un ansia, que solo puede ser satisfecho por el Amo. entonces el inferior se convierte en un mendicante, en alguien, o algo, que necesita del Amo para sobrevivir, para sentirse mínimamente feliz y realizado. igual que necesitamos el agua o el alimento para que nuestro cuerpo funcione y se mantenga vivo, la sumisión y la humillación se convierten en el alimento de nuestra alma para seguir existiendo.
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