paralelamente a la desescalada del coronavirus, el objeto va reincorporándose al trabajo yendo más al lugar donde trabaja, lo que significa ser un poco más humano. al contrario de lo que se pudiera pensar, salir del confinamiento le produce angustia y tristeza, ansiedad y muchas ganas de quedarse encerrado.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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