después de estos días en los que el objeto ha estado triste, la intervención del Dueño fue suficiente ayer para que el objeto se sintiera mucho mejor. la mañana la pasó el objeto trabajando desde casa y en contacto con el Dueño. pero por la tarde, como en otras ocasiones y sin esperarlo, pasó algo. el Dueño volvió a apretar la correa, a empujar al objeto más abajo en la sumisión. como en otras ocasiones fue inesperado y el objeto ni lo buscaba ni lo esperaba.
el Dueño empezó a enviar mensajes y acabamos manteniendo una conversación que fue subiendo de tono. entonces escribió: "Necesito no volver a ver tu boca", y "Posiblemente necesito tenerte siempre encapuchado". poco después añadió: "No quiero volver a verte comer ni beber". aquello sorprendió enormemente al objeto, y luego "Quiero que cada uno de todos tus atributos humanos vayan desapareciendo paulatinamente de mi vista".
el objeto estaba sorprendido, excitado y dolorido, porque la jaula de castidad estaba haciendo su trabajo. al objeto le resulta familiar este proceso. pasó con la jaula, también pasó cuando acabó en silencio y amordazado. el proceso comienza con el Dueño expresando un deseo , algo aparentemente intrascendente. es una semilla que acaba germinando y creciendo hasta convertirse en una nueva cadena que esclaviza al objeto.
el Dueño siguió: ""Quiero que cuando vengas aquí par mi se lo mismo que si me enviaran un paquete por amazon, es decir ninguna responsabilidad, simplemente algo que es mio [...] como si me llegan unas botas nuevas para ser usadas por mi sin mayor responsabilidad. Eso eres tú, un objeto con apariencia humana para torturar y castigar. Sin derecho a nada."
todas esas palabras eran como un martillo que destruyera cualquier resistencia que pudiera existir, si existía alguna. por si quedara alguna duda termina diciendo: "Imagínatelo, una celda con grilletes en la pared para tenerte ahí desnudo solo con botas, fuertemente amordazado, encapuchado y entrando tu Dueño cuando lo desee para usarte y torturarte".
ante esto sobran las palabras. el objeto no había dicho ni una sola, nada. de hecho no ha hablado con el Dueño desde el día que regresó de madrid. esto es una nueva vuelta de tuerca. esto siente que el Dueño ha puesto nuevos barrotes en la celda en la que vive.
cuando el día terminó, el objeto había recuperado la paz, la calma y la tranquilidad. su destino había sido sentenciado hace tiempo pero hoy ese destino parece haber sido sellado. la imagen será la que dice el Dueño: encadenado, con botas, amordazado y encapuchado. el silencio y la castidad siempre presentes. no hay otro futuro.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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