llega un momento en que todo inferior siente que la "libertad" de movimiento no es su derecho. un inferior debe estar atado, controlado, limitado en sus movimientos. debe haber un recordatorio permanente de que no puede hacer lo que quiera cuando quiera. para eso están las esposas, los grilletes, los collares, las cuerdas. cuando un Dominante ofrece alguna de estas cosas a un inferior por primera vez le está ofreciendo su auténtica "liberación". primero viene el rechazo, luego viene la lucha y finalmente la aceptación. cuando esto llega el sumiso siente que ha encontrado su casa y su hogar.
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