ayer el Dueño llamó la atención al objeto porque la veía excesivamente humano, eso significa poco objeto. hasta cierto punto es normal porque después de cada viaje necesita un reajuste, un ligero periodo de adaptación. para el objeto no es fácil pasar de una forma a otra, de un modo a otro. hoy el objeto ha vuelto a centrarse y a sentirse extremadamente sumiso y sometido.
el objeto ya echa de menos los grilletes, tanto los de las manos como los de los pies. estar suelto resulta cada vez más extraño. su capacidad de movimientos es algo que les resulta extraño, muy extraño. el Dueño le ha dicho que ya no volverá a estar en madrid sin ellos. es algo definitivo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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