el objeto ha vuelto a tener una jornada de trabajo maratoniana, de siete a siete, casi sin parar. el principal problema ha sido que el objeto ha tenido que hablar mucho, demasiado, más de lo que debería hacer un objeto. esto le ha suplicado perdón al Dueño por esto.
además hoy ha pasado algo desagradable porque el objeto se olvidó de un encargo que le hizo el Dueño, de una orden que dio. era algo relativamente pequeño que el objeto pasó inadvertido pero eso no es excusa, nunca lo es. como castigo el Dueño ordenó al objeto llevar mañana el nub.
el nub es un auténtico castigo, no sólo porque duele sino porque es incómodo y además tiene que tener cuidado cuando va al baño. no sería la primera vez que le provoca un desastre.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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