un inferior no tiene rostro, no debe tenerlo. no tiene derecho a tenerlo. tampoco tiene derecho a un montón de cosas: a hablar, a moverse, a tener identidad. a pesar de estar desnudo toda su identidad está en el rostro que queda oculto por la capucha. ya no es nada. y por encima de todo sobresale la mordaza fuerte, segura, inamovible. ya no es solo que no pueda hablar, hay que dejar claro que no tiene derecho a hacerlo.
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