cuando el objeto estrena unas botas las quiere mantener inmaculadas, brillantes, relucientes, pero es imposible si las usas a diario. compaginar las dos cosas es una gran tarea, mantenerlas relucientes pero siendo usadas no siempre es fácil. sin embargo las botas tampoco existen para ser guardadas en un armario y observarlas. hay que darles vida, acción, movimiento. si no su existencia no tiene sentido.
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