al Dueño le gusta decirle una frase al objeto "el cuerpo no engaña". cuando está hablando con el objeto, el Dueño suele tocar fibras muy sensibles, muy personales del objeto y algunas de ellas son realmente radicales, duras para cualquiera que estuviera fuera de nuestro contexto de interpretación. algunos dirían que le dice cosas inhumanas. sin embargo el cuerpo del objeto reacciona ante ellas, y normalmente lo hace con dolor, no porque el Dueño le pegue, sino porque se excita y la jaula impide que nada vaya más allá. el cuerpo efectivamente no engaña, y lo podemos adornar con músculos, buenos peinados, manicuras o arreglo de cejas, cuando la sumisión sale a relucir, no engaña, no hay forma de engañar a un auténtico Amo, a un verdadero Superior. por eso es mejor aceptar lo que uno es y obrar en consecuencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario