La vida del bdsm es una vida simbiótica, en la que todas las partes se complementan. los Superiores lo son plenamente cuando poseen a los inferiores y estos solo cobran sentido cuando son dominados y controlados. en la mente del esclavo, en su parte más profunda, más primaria, el tacto del cuero acaba despertando en él una paz y una tranquilidad que lo mantenga sometido, de ahí su cara de felicidad. realmente parece un trance, está en otro lugar, en otro espacio: el subspace
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