después de una mañana de trabajo, el objeto comió y se cambió el nano por el nub para ir a servir al Dueño. en el aeropuerto, para cruzar el control de seguridad, tuvo que quitarse las botas, pero ya es algo que hace con naturalidad y no le importa.
después de tomar un café y hacer una llamada, embarcó. esa llamada ha sido la última conversación que ha mantenido. desde se momento hasta el final del día sólo dijo tres palabras en el avión y cinco al llegar a madrid. en total ocho palabras en medio día.
el vuelo estuvo bien, sin incidentes. cuando llegó a madrid notó el cambio de temperatura., 9 grados. cogió el metro siguiendo instrucciones del Dueño y llegó a alonsos martínez, donde comió una hamburguesa en el burger king. allí dijo las otras cinco palabras para pedir.
comió solo mientras el Dueño le esperaba en casa. al llegar al portal el objeto mandó un mensaje diciendo que había llegado y el Dueño bajó a buscarlo. llevaba las botas repujadas negras y azules que llevaba el primer día que nos vimos y con las que sedujo, y podríamos decir, esclavizó al objeto.
antes de entrar en el ascensor, se volvió el Dueño y puso la cadena al cuello, cerrándola con el candado. el objeto no pronunció palabra, ni miró directamente al Dueño a la cara. ese tiempo ya pasó. el objeto está por debajo de las botas del Dueño y no tiene derecho a hablar ni a mirarlo fijamente. no es una orden, ni una imposición, es algo que ha ocurrido y que le sale al objeto de forma natural.
en el ascensor el objeto miraba al suelo y el Dueño, de pronto, puso su pierna en los genitales del objeto, mostrando su bota, mientras decía "Ya estás en casa".
al llegar al piso el Dueño llevó al objeto al baño, le trajo las botas altas de goma, una mordaza de bola y le ordenó quedarse en calzoncillos y ponerse la mordaza ¿por qué en calzoncillos? porque al Dueño no le agrada ver el apéndice del objeto incluso cuando está enjaulado.
al salir el objeto se encuentra al Dueño desnudo salvo con las botas altas, o sea lo encuentra Amo leather total porque esas botas, que le llegan casi hasta las rodillas, lo transportan a una situación tan alta que el objeto se siente aún más humillado, y sin que el Dueño tenga que hacer o decir nada.
con una señal el Dueño señala al suelo a sus pies y el objeto se arrodilla y le pone los grilletes. el objeto sabe que no se los quitará hasta que esté en el aeropuerto de regreso.
entonces el Dueño le ofrece las botas para que las lama, las botas altas, interminables, de un fuerte y oloroso cuero. esto las lame y las recorre mientras el Dueño se excita sobre la cama. pone al objeto a su lado y le ordena que lo acaricie, lo excite y le de placer. el objeto obedece porque no puede hacer otra cosa. para eso está ahí, para eso nació y ha sido esclavizado.
el objeto tiene los grilletes atados por delante y sus movimientos son torpes y confusos, pero obedece al Dueño que se va excitando por momentos. lleva al objeto hasta su poya y esto comienza a hacerle una mamada y el Dueño dice "Como note tus dientes te los arranco. Tengo derecho a hacerlo. ¿Te resistirías?" el objeto no puede hacer nada sino seguir chupando la poya del Dueño, que es un privilegio. el Dueño sigue "follando" la mente del objeto con frases como esa que hacen que esto entre en subspace profundo.
entonces el Dueño se levanta y pone al objeto en un sillón y enganchar los grilletes al manillar de una puerta que está tras la silla. el objeto sigue con la mordaza de bola. el Dueño coge la fusta y empieza a golpear el pecho del objeto diciendo que tiene que sufrir, que va a castigarlo, etc.
el objeto no puede evitar excitarse y su apéndice lucha contra el nub. el Dueño sigue golpeando al objeto y hablándole y entonces el objeto se da cuenta que se va a salir la jaula y no puede evitarlo. entonces empieza a sentir un montón de cosas. junto a la excitación está el miedo de que el Dueño se enfade y el asco por tener ese apéndice.
efectivamente el apéndice se salió y estaba muy empalmado y palpitante.
"¿Qué es esto?"-dijo el Dueño- "Hace años que no lo veía. ¿Cómo te atreves?Mereces un castigo por esto. Tengo que hacerlo". y empezó a dar golpecitos al apéndice del objeto. el objeto no sabía qué hacer porque seguía sintiendo asco, miedo, vergüenza y excitación.
el Dueño ató entonces las botas del objeto y metió la fusta entre las piernas, por el culo, aunque no entró. en unos instantes el Dueño se corrió sobre las botas del objeto mientras a esto le babeaba la mordaza.
esto no sabe como ocurrió. tal vez el anillo ya es demasiado grande, por el tiempo que lleva en castidad, que ha hecho que se encoja.
el Dueño no estaba excesivamente enfadado y ordenó al objeto que se pusiera el nano. cuando regresó se preparó para dormir. lo hizo en su celda, sobre una esterilla que el objeto había traído.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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