27 grados con un 70% de humedad, ideal para llevar cuero. es ironía, claro. hacía meses que el calor no era tan intenso y parece que va a durar unos días. no parece que estemos en otoño sino en pleno verano.
esto no lleva tanto como cuero, pero sí botas. las de hoy costaron que entraran y sacarlas, mucho más, tan hinchado tenía el objeto los pies.se lo comentó al Dueño y ordenó que usara zapas hasta que el calor remitiera. de hecho se molestó de que no le hubiera comunicado que las circunstancias eran esas.
en otro momento el Dueño ni se lo hubiera planteado porque eran parte de su entrenamiento. sin embargo ahora la cosa ha avanzado. el Dueño no necesita que el objeto vista de cuero, latex, lleve botas o no para mostrar su poder. podría vestir el objeto con traje de chaqueta y corbata si ese fuera su deseo y seguir siendo una propiedad. ya nada puede cambiar eso. es la seguridad que produce haber llegado a casa y saber lo que eres y cuál es tu lugar. no tienes que demostrar nada a nadie, ni justificarte, ni defenderte, sólo aceptar lo que eres y ya está. eso produce una gran tranquilidad y calma, un gran relax.
toda tu vida gira entonces alrededor de la obediencia, de cumplir las órdenes del Dueño sin rechistar y sin cuestionar, de manera ciega. la fuera del Dueño es incontrolable, arrasando cualquier resistencia que pudiera haber. el objeto se siente nada ante su poder.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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