estando esta mañana haciendo algo tan prosaico como fregando que el objeto pensó en un rasgo que siempre lo ha caracterizado y que ahora cree es un indicativo de su naturaleza sumisa: la necesidad de una vida organizada, pautada, establecida, sin sobresaltos. esto se ha manifestado de muchas formas, como por ejemplo el llevar una agenda estricta y apuntarlo todo, llevar una diario, o no gustarle los imprevistos. el objeto, desde joven, suele despertarse siempre a la misma hora, y hacer lo mismo cada día. eso le da seguridad, tranquilidad y calma. el objeto cree que el Dueño es muy parecido porque le gusta tener todo controlado. tiene un espíritu de coleccionista y también apunta todo en un agenda, y no sólo porque es una persona muy ocupada, sino porque también quiere tener ese control.
ahora, con el tiempo pasado, el objeto cree que por eso se siente tan feliz cuando el Dueño organiza, dice y determina lo que hacer, qué vestir, qué botas llevar. cada vez que el Dueño decide sobre la vida del objeto el objeto es más feliz.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
jueves, 17 de enero de 2019
día 3290 de esclavitud, 1262 de castidad
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