el objeto es consciente de que ya no podrá escapar de él, del cuero, del latex como fetiche. mientras viva ver a alguien con cuero, o latex, captará su atención y sentirá una cierta punzada en el estómago. es inevitable. sabe que es un fetichista redomado. tiene conciencia de ello y ha dejado de luchar contra lo que no se puede luchar. se ha roto hace tiempo el círculo ese del que hablan por internet, el de sentirse culpable por tus propios instintos para luego reprimirlos hasta la siguiente ocasión en que exploten de la peor forma posible. el objeto acepta que es un fetichista, acepta que es un inferior, un esclavo, acepta que pertenece al Dueño y toda esta aceptación le produce mucha calma y tranquilidad. cuando piensa en toda la energía desaprovechada intentando luchar contra uno mismo.... todo eso acabó y ahora es lo que es y no intenta cambiarse más que para mejorar y servir más y mejor al Dueño.
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