muchas veces hemos hablado de cómo el bdsm invierte las cosas, les da la vuelta y las cambia con respecto al resto del mundo. en este mundo el que parece el jefe puede ser el inferior más profundo, y el de mantenimiento de la oficina, aquel que domina y controla la situación. muchas veces la gente que tiene más poder en el "mundo vanilla" son precisamente los que más se someten, lo necesitan para conseguir el equilibrio de tener tanto poder. en algunos momentos necesitan justo lo contrario, no tenerlo. lo que esto pone en evidencia es que lo que se "esconde" tras estas prácticas no es una cuestión baladí sino un intercambio de fuerzas y de quien lleva las riendas en qué momento. por eso cuando un "poderoso" se somete ocurren muchas cosas en su interior, y en su exterior también. no debemos infravalorar lo que ocurre cuando esto pasa. el bdsm puede ser una experiencia aterradora, transformadora y liberadora.... todo a la vez.
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