en el último viaje, en una conversación con el Dueño hablamos de que, posiblemente, la diferencia entre un Dominante y un maltratador, sea la cultura, la formación. la educación tal vez. no es una garantía cien por cien pero la formación de las herramientas y el autocontrol para evitar que esos impulsos de dominación te dominan a ti y los focalices hacia donde son necesarios: el control de los esclavos.
la dureza del cuero y la dulzura de la música, de cierta música representada por el piano, forman en la imagen de hoy una combinación que lejos de ser contradictoria, se vuelve complementaria. la una potencia a la otra. es algo que no se puede improvisar. tanto para tocar el piano compara entrenar a un esclavo hacen falta disciplina, constancia, perseverancia. por eso son complementarios. por eso son complementarias, si se consigue una cosa se consigue la otra y, en cierta medida el esclavo es como un piano en el que el Dominante toca una melodía y debe saber en todo momento qué tecla apretar para que reacciones adecuadamente.
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