un inferior aprende su inferioridad o la saca a relucir cuando empieza a experimentar que no es humano. los Superiores hacen eso eliminando sistemáticamente, aquellos aspectos donde la sociedad ha puesto la humanidad: capacidad de elegir, capacidad de acción, capacidad de decisión. cuando se establece un horario estricto, se obliga al inferior a pedir permiso para las cosas más nimias, o se le somete a bondage estricto, estas tres capacidades se ven mermadas y el inferior comienza a experimentar una sensación de deshumanización. si a eso añadimos la imposibilidad de tener sexo, mediante la castidad y la utilización de penes artificiales para dar placer, el inferior va asimilando que tampoco es un hombre, un macho, sino un objeto que es usado y utilizado al gusto de los Superiores, bien entre ellos o con otros inferiores. la combinación de estos dos aspectos hace que el inferior se vaya hundiendo cada vez más en su inferioridad y acepte definitivamente su condición y sometimiento. llegará un punto en que agradecerá al Dominante todo lo que ha hecho para que así sea y, por fin, todo estará en su sitio.
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