el honor es un concepto en desuso. nadie lo emplea, y de ello aquellos que lo hacen son infravalorados y menospreciados. la idea de que todo vale, de que puedes hacer lo que quieras siempre que no te pillen está en la base de las corrupciones, de las infidelidades, del todo vale. es irónico y paradójico que, precisamente aquellos que la sociedad considera pervertidos, los inferiores, seamos los que mantengamos el valor de estas palabras y la moralidad del honor. servir, obedecer, cumplir lo obedecido y aceptar las consecuencias cuando no se hace, elevan moralmente al inferior. lo hacen mejor. para muchos es humillante arrodillarse ante los Superiores, limpiar sus botas, obedecer sus órdenes pero esas acciones hacen de los inferiores seres mejores, moralmente elevados y depósitos del honor de sus Amos. la obediencia y la disciplina pone a prueba el espíritu y la disposición de aquellos que las siguen. es como una especie de dieta, donde hay cosas permitidas y cosas prohibidas, pero siempre hechas para el bien del inferior, para que no se deje llevar por sus apetencias más básicas, más rastreras, para que se eleve por encima, moralmente, aunque existencialmente esté por debajo de los demás. servir con honor es su cometido y hacer que el Amo se sienta orgulloso, ya que es el único que puede sentir orgullo. en ese equilibrio todo está en orden, todo está bien, todo adquiere sentido.
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