un día de castigo, pero no porque el objeto haya hecho algo malo, o haya cometido alguna infracción. ha sido sencillamente para volver a centrar al objeto. últimamente estaba muy despistado y ha sido esto mismo que ha pedido al Dueño ser castigado hoy. se lo suplicó ayer y el Dueño accedió. las condiciones fueron las de otras ocasiones: botas de madrid, collar, cinta americana como mordaza (esta vez cuatro vueltas alrededor de la cabeza), dildo y pinzas. la jaula se da por hecho. el Dueño estableció una temporalización, una hora con pinzas y dildo, la siguiente con dildo pero sin pinzas y luego dos horas más amordazado pero introdujo una novedad: cada media hora esto debía darse 10 azotes con la fusta en los muslos y diez en el pecho, cinco por cada lado.
por supuesto el objeto obedeció y bastó amordazarse, meterse el dildo y ponerse las pinzas para que en su mente se produjera una transformación. todos estos días de humanidad desaparecieron y el objeto volvió a entrar en contacto con su naturaleza. el ego salió huyendo despavorido y la humillación tomó su lugar. hay tanto que agradecer al Dueño, tanto por lo que darle las gracias, que esto no podría hacerlo en todo lo que le queda de vida.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 10 de junio de 2018
día 3069 de esclavitud, 1041 de castidad
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