una de las cosas que ha notado el objeto es que, una vez iniciado el proceso de objetificación, el Dueño cada vez usa menos un nombre para referirse a esto. incluso el que le impuso, 402, un simple número, se ha demostrado inadecuado para referirse al objeto. ¿acaso los objetos de la vida cotidiana tienen nombre? ¿ pone uno nombre a sus pantalones o a sus botas? ¿por qué este objeto debería ser diferente? no debería serlo.
la actitud y reacción del Dueño, incluso siendo inconsciente, es la consecuencia lógica de considerar a esto un objeto. eso se ha convertido en algo sin nombre, sin derechos, sin voluntad, sin voz y pronto sin rostro. aún no puede vivir lo que es en plenitud porque las circunstancias lo impiden, pero el Dueño y el objeto saben lo que es. lo incomprensible para la mayoría es que el objeto es feliz así, porque se ha realizado como inferior. ahora no hay marcha atrás. volver a la vida anterior sería un desastre, un fracaso, el caos.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
jueves, 31 de mayo de 2018
día 3059 de esclavitud, 1031 de castidad
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