después de algún tiempo de tranquilidad en el trabajo, parece que el ego vuelve a hacer de las suyas y ha soliviantado a un grupo de compañeros para volver a hacer tonterías, fruto del orgullo, el egocentrismo y la prepotencia. independientemente de ser un esclavo, un sumiso o un objeto, el hecho de haber afrontado, gracias al Dueño, la tarea de controlar y contener al ego ha facilitado enormemente la vida del objeto, la ha hecho más sencilla, tranquila y feliz. es el objetivo que buscan las tradiciones religiosas, como el budismo y de una forma menos evidente, el cristianismo: no dejarse llevar por el ego, por las apariencias, por lo que no somos. en el budismo se dice explícitamente que hay que matar al ego. esto está comprobando en la vida real sus efectos devastadores, como mete a la gente en una dinámica de autodestrucción, de infelicidad, de ponerlo todo en las apariencias.... es algo que consume tantas energías, que si la gente se diera cuenta sin duda trabajaría para darle de lado.
el objeto lo ve todo como en la distancia. mentiría si no dijera que le afecta, pero muchisimo menos de lo que pudiera parecer. además ser un objeto le ayuda a sorprender a los humanos porque tiene reacciones que no esperan porque no son guiados por el ego.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
jueves, 5 de abril de 2018
día 3003 de esclavitud, 975 de castidad
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