de entre todas las formas de bondage que ha conocido el objeto se queda sin duda con la camisa de fuerza. si quisiera el Dueño torturarlo las cuerdas serían lo mejor, las cadenas o las esposas para evitar que pueda escapar. sin duda la camisa de fuerza es inescapable, permite que la lleves puesta mucho tiempo y puede convertirse en una tortura. cuando la llevas puesta el tiempo suficiente te vuelves dependiente. es posible llevarla días, o una semana, o dos, pero el objeto no puede evitar pensar lo humillante que sería ser alimentado, que lo llevaran al baño no poder hacer ninguna actividad ni leer, ni escribir, ni nada. ante esto sólo queda vivir.
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