vio a los dos policías al doblar la esquina en el callejón. tenían los pantalones en las rodillas y uno se estaba follando al otro sin compasión. parecía que quisiera hacerlo desaparecer contra la pared donde estaba aplastado mientras lo empotraba rítmicamente con su polla. uno respiraba profundamente mientras embestía al otro que gemía de placer. antes de que pudiera hacer nada éste lo miró y, sin que el otro se diera cuenta, le sonrió. no pudo evitar empalmarse debajo de sus pantalones.
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