en un objeto, la humanidad es un defecto que debe ser subsanado. si tuviéramos una tostadora, una zapatilla o un robot que decidieran por sí mismos, no cumplirían su cometido, su objetivo y los llevaríamos a que los arreglaran. de una manera similar se siente el objeto con respecto al Dueño. cualquier rasgo de humanidad, de independencia, de individualidad... cualquier elemento que pueda ser usado por el ego para hacer creer al objeto que es algo más que eso, un objeto, es un fallo, un error, un defecto que debe ser subsanado. esta idea asaltó al objeto cuando le dijo al Dueño que tenía cierto temor con el próximo viaje, porque sabe que será intenso en ese sentido: el Dueño borrará cualquier atisbo de humanidad en el objeto. ya lo está haciendo con su orden reciente de permanecer amordazado siempre que esté solo.
la respuesta del Dueño ante tal temor fue el mismo que en otras ocasiones. nadie mejor que el Dueño sabe qué es mejor para el objeto y por tanto éste no tiene que preocuparse de nada. todo está en manos del Dueño y no pasará nada malo, no ocurrirá nada que no deba ocurrir. el objeto debe ir sin expectativas, sin esperar nada ni desear nada.
con esta intención el objeto compró los billetes para agosto próximo. el objeto estará en presencia del Dueño el próximo día uno.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
sábado, 15 de julio de 2017
día 2739 de esclavitud, 711 de castidad
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