una de las cosas que más sorprende al objeto es la capacidad que tiene la gente para no avanzar, para no crecer y madurar. hoy ha tenido un encuentro con antiguos compañeros de trabajo y encontró en algunos una especie de imposibilidad de tomar decisiones, de renunciar a lo más inmediato por algo mejor pero posterior. el objeto no es nada para juzgar a nadie, pero sí que siente esta cuestión muy candente, la capacidad que tiene la gente para acomodarse.
por contra, la vida del objeto, incluso pudiéndose decir que es más estática y llena de rituales, resulta que siempre está cambiando porque el objeto está en constante entrenamiento. cada día parece que el Dueño le sorprende con algo nuevo, con un nuevo reto, una nueva meta, a cada cual más difícil. primero fue la castidad, ahora el silencio... el hecho es que el Dueño no se conforma, no se limita a usar al objeto sino que lo mejora, lo potencia.... lo moldea para irlo adaptando a sus gustos. aún siendo algo esencial el hecho de que su naturaleza sea la de objeto, esa misma naturaleza permite un cambio y una evolución para que ese objeto desarrolle todas sus potencialidades.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
martes, 11 de julio de 2017
día 2735 de esclavitud, 707 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario