domingo, 25 de junio de 2017

FdD terapia


todo amante del bondage, y es una de las cosas que más sorprenden y atraen a este objeto, se da cuenta en un momento dado que lo que haces al exterior del cuerpo, tiene una repercusión en el interior. cuando un inferior está alterado o inquieto, lo mejor que se puede hacer es atarlo, o someterlo a una sesión de bondage con una camisa de fuerza, un saco o cualquier otro artilugio. cuanto más radical mejor. la momificación sería lo ideal, pero también valen sujeciones de cualquier tipo, como las de metal de la FdD de hoy. al principio, y durante algún tiempo el inferior se rebelará contra su situacion, en una inercia por su estado actual de inquietud. en este momento el Superior debe ser fuerte y no ceder a las súplicas del esclavo, que sin duda protestará, pedirá y pedirá, incluso puede intentar hacer chantaje o condicionar al Amo dándole pena. cualquier cosa con tal de ser liberado.en estos casos una buena mordaza e incluso una capucha se hacen necesarias. el inferior seguirá intentando liberarse, pero llegará un punto en que comprenderá que es imposible hacerlo por sí mismo y que el Amo no cederá. es entonces cuando viene la calma, la paz y la tranquilidad, cuando el sumiso descubra que no hay escapatoria y que debe aceptar su situación. todo el proceso puede durar horas, pero es la terapia más efectiva que el objeto conoce y ha probado nunca. nada se puede comparar a estar ahí, dependiendo del Dueño, controlado por Él, sometido a Él. sirviendo a un Amo ¿quién necesita a un psicólogo?

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