un inferior no tiene derechos, por eso es un inferior. eso no significa que pueda ser tratado de cualquier manera. de hecho hay Superiores que confunden esta afirmación con la de que eso significa que tienen carta blanca para hacer lo que ellos deseen. todo inferior tiene el deber y la obligación de cuidarse para cuando su Amo lo encuentre y tome posesión de él. ese cuidado implica no dejarse malear ni maltratar por nadie. pero una vez que el Amo te encuentra y te toma como de su propiedad, ante El, el inferior no tiene derechos.
en el caso del objeto eso se ha traducido en que no tiene derecho al sexo y no tiene derecho a hablar. estos son los dos objetivos a corto plazo que parece el Dueño se ha impuesto. el primero está prácticamente conseguido. el objeto no sólo vive enjaulado, sino que ha llegado a un punto en que le repugna la mera idea de tener un orgasmo o eyacular, algo sucio y degradante. hacerlo ahora es ya un castigo más que una recompensa. el objeto escribe esto no sin cierta extrañeza, porque se maravilla de a dónde ha conseguido llevar el Dueño al objeto.
lo del habla parece más complicado. el objeto sigue malgastando fuerzas y energías en hablar más de la cuenta, lo que significa que mete la pata más de la cuenta y dice cosas que no debe, como no debe. si hablas mucho te equivocas mucho. por eso la mordaza acaba siendo una bendición, y el Dueño repite constantemente al objeto que está amordazado, pero las necesidades de la vida cotidiana hacen que tenga que hablar. llegará un día, eso lo sabe seguro el objeto, en que por fin consiga el Dueño su objetivo y el objeto se convierta en un ser castrado y mudo, que sólo hablará cuando el Dueño le de permiso.
miércoles, 14 de junio de 2017
FdD permiso
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