miércoles, 10 de mayo de 2017

RELACIÓN AM@-ESCLAV@. Segunda parte

El esclavo deberá estar en silencio. En el caso en que sea preguntado usará el mínimo número de palabras para hacerse entender. Veo complacido como en los últimos tiempos también has llegado a esta conclusión.


Aunque ya lo he dicho, volveré a insistir en ello. El Amo es un ser superior. ¿Acaso cree el esclavo que el Amo está interesado en su cháchara de esclavo? Si el Amo quiere hablar tendrá a sus amigos u otros Amos para hacerlo. Por supuesto, ya que el Amo todo lo puede, si le place, también hablará con el esclavo. Es un honor y un privilegio que el esclavo no puede tomar a la ligera.


El Amo, si quiere, podrá hacer uso de una mordaza. No es que se la necesite. La voluntad del Amo es más que suficiente para que el esclavo esté en silencio. Es simplemente para recordarle al esclavo que no tiene ni siquiera el derecho a hablar. (Hablando de derechos: creo que no debo perder la ocasión de enfatizar algo muy claro: el esclavo no tiene derechos. Ninguno. Los ha perdido junto con su libertad, voluntad y dignidad. Cualquier cosa que el Amo permita a su esclavo, más allá de su obediencia, el esclavo debe tomarlo como lo que es: un regalo de inapreciable valor). No hay que olvidar que “un esclavo amordazado es perfectamente capaz de decir todo lo que tiene que decir”. El esclavo reducirá su vocabulario al mínimo. El objetivo es que con apenas dos frases como son “sí, Amo” y “gracias, Amo” el esclavo pueda comunicarse.


Por supuesto, un esclavo nunca, bajo ninguna circunstancia podrá contradecir a su Amo. Recuerdo que en uno de tus post contabas lo triste que te habías puesto cuando, de forma totalmente involuntaria le habías dicho que “no” a tu Dueño. Y eso que fue un lapsus involuntario. El Amo, como ser superior que es, siempre llevará razón. Esto es algo tan básico para el esclavo como que el sol sale por el día. El Amo nunca se equivoca. Hay que analizar esto más detenidamente. En un momento dado el Amo podrá decir o dar su opinión sobre algo. Y por supuesto llevará razón. Aún más: la opinión del Amo se convertirá en verdad irrefutable para el esclavo. Más adelante el Amo podrá cambiar de opinión, de parecer, o decir algo absolutamente contrario a lo que había dicho antes. ¿Estamos, acaso, ante una equivocación del Amo, que al darse cuenta ha corregido? Desde “fuera” podríamos pensar eso. Sin embargo, para el esclavo la cosa es mucho más simple. En la primera vez, cuando el Amo, dijo algo, el Amo tenía razón. En la segunda vez, cuando el Amo ha dicho lo contrario, el Amo vuelve a tener razón. Es así de fácil. Y es que la realidad del esclavo se moldea según los deseos del Amo. No hay contradicción alguna. El esclavo sólo debe “obedecer, servir y dar placer al Amo” ¿dónde está aquí que el esclavo “piense” o analice lo que su Señor le dice. Dicho de otra manera: si un Amo le dice a su esclavo que “2 + 2 son 5” esa será una verdad firme para el esclavo hasta el momento en que el Amo le diga que no, que “2 + 2 son 3”, y entonces esta verdad sustituirá a la anterior. Y es que la verdad, el mundo, la realidad misma que rodea al esclavo dependen de la Voluntad del Amo. Creo que está muy claro.

No hay comentarios: