los nombres significan cosas. de hecho la realidad se va construyendo mientras la nombramos. aquello que no podemos decir con una palabra es algo nebuloso que se va diluyendo y con lo que no podemos tratar. el lenguaje crea la realidad, no porque haga un conjuro mágico, sino porque la hace real, manejable. la fuerza de la palabras es tal que muchos temen hasta el terror hacer afirmaciones en voz alta del tipo "soy gay", o "soy sumiso", o "quiero ser usado y esclavizado", o "necesito ser sometido".
en el proceso de sumisión, de irte entregando cada vez más, puede llegar un momento en que sobren las palabras, no porque todo ya esté dicho, sino porque tu realidad ya no la creas tú, sino tu Amo. son sus palabras las que importan, no las tuyas. lo crucial es como ve El el mundo, no como lo ves tú. si El dice que aquello es blanco, lo es; si dice que es negro, lo es; y si dice que primero es una cosa y luego otra, lo es. por eso la mordaza, por eso el silencio, para que aprendamos los inferiores a que llega un momento, con mordaza o sin ella, que las palabras sobran. mucho pueden ver esto como un proceso de deshumanización, pero es que justo de eso se trata.
lunes, 19 de diciembre de 2016
FdD palabras
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