muchas veces hemos hablado en este blog de las apariencias y de cómo debe haber un equilibrio entre lo que se manifiesta y lo que realmente hay detrás. no todos los que parecen Amos lo son y no todos los que parecen esclavos realmente se someten. hoy tenemos otro caso. cualquiera podría pensar que el lederón de la foto es un dominante, un Amo. sin embargo su postura nos dice lo contrario. ningún Amo auténtico se arrodillaría ante nadie. es algo contra natura. al menos 402 no se puede imaginar al Dueño arrodillado. no hay ni un gramo de sumisión en su cuerpo o en su personalidad, absolutamente nada.
además la postura del sumiso de la foto es como de atención, de presentación, de disponibilidad. en cierta medida está indefenso y es otra cosa que tampoco veremos en un Amo. una cosa es que sea humano y tenga momentos de sensibilidad, de delicadeza, de compasión; pero la compasión no es debilidad sino fortaleza. la indefensión es fruto de no tener claro tu objetivo y un Amo de verdad siempre lo tiene: Él merece ser servido y obedecido, tiene ese derecho, es la naturaleza y el orden de las cosas. a los inferiores no nos queda sino arrodillarnos, mostrarnos indefensos y someternos.
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