viernes, 18 de noviembre de 2016

FdD sobra


el mundo está lleno de ruido, de tanto ruido que es imposible prácticamente oirte. es una estrategia, ya que cuanto menos te oigas menos te conoces y cuanto menos te conozcas, más te pueden decir quien eres. por eso una de las prácticas más radicales del bdsm, que no todo el mundo soporta, es la privación sensorial, el impedir, en la medida de lo posible, que percibas por los sentidos. entonces el único camino, cortado el exterior, es volverte hacia tu interior.
ese camino debe empezar por el habla, por tu propio silencio. el esclavo debe callarse primero para escuchar al Dueño y segundo, para escuchar a sí mismo. sin este proceso básico la sumisión no tendrá lugar y la esclavitud voluntaria se convierte en algo inalcanzable. un esclavo sólo debería decir tres palabras: si, no y Señor o Amo. pero incluso estas palabras están de más y por eso la mordaza debería estar siempre en la boca de un esclavo. no la necesita más que para dar placer a su Amo, todo lo demás que salga de su boca está de más.

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