día 2361 de esclavitud, 333 de castidad

la vida no es sino un proceso de descubrimiento y aprendizaje. a menudo, demasiado a menudo, nos obligan a aprender cosas que no sirven para nada, o que no tienen nada que ver con lo que somos o queremos ser. ese no es el caso de 402. el Dueño, que ha hecho de maestro durante estos años, le ha enseñado a 402 cuál es su verdadera naturaleza, su verdadero ser, aquello que realmente es. ha pasado por varias etapas, con altibajos, como todo proceso vivo, pero cree que está llegando a algo sólido por fin. no puede decir que su identificación con un objeto propiedad del Dueño que se denomina con un número sea lo definitivo. ¿se puede llegar más bajo? tal vez, pero en el elenco de identidades del bdsm el de ser un objeto parece ser lo último, lo más bajo, lo inferior. las consecuencias de esta conciencia son claras: no tienes derechos, no eres nada, no eres humano a pesar de la forma externa que presentas; y por todo eso sólo debes obedecer y servir a tu Dueño con todo tu ser, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. no hay más.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.