igual que existe una jerarquía entre seres superiores, los Amos y Dominantes; y seres inferiores, los sumisos y esclavos, también entre los objetos se produce esta diferencia. existen botas para esclavos y botas para dominantes. las primeras son discretas, vulgares, poco llamativas. las segundas son lo contrario y proclaman que el que las lleva se pone el mundo por montera porque está por encima de todo, y de todos. su seguridad es la norma y su autoconfianza el criterio de vida. Ellos saben que han nacido para mandar, para dominar y se sienten orgullosos de ello, porque para eso están aquí y esa es su naturaleza. a los demás no nos queda sino obedecerles, y venerar sus botas, lamiéndolas y adorándolas, aunque sea por el mero hecho de que llevan en sí los pies de nuestros Dueños.
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