la violencia forma parte del bdsm, eso nadie lo puede poner en duda. cualquier visita superficial a una tienda especializada produciría en cualquier mente bienpensante un temor enorme debido a la sucesión de látigos, paletas, pinzas e instrumentos para producir dolor que allí pueden verse. lo que la mayoría de la gente ha olvidado es el carácter purificador del dolor. no se trata del dolor por el dolor, ni de intentar chantajear a la divinidad, como se ha hecho durante gran parte de la historia, con nuestro dolor para que haga lo que nosotros queremos. no, no se trata de eso. de lo que se trata aquí es de ser más fuerte, de endurecerse y el la forma de hacer que el metal se vuelva irrompible es golpeándolo una y otra vez, con habilidad, con sentido, pero golpedándolo al fin y al cabo.
frente algunos que ante el dolor se refugian en el alcohol o las drogas, los practicantes del bdsm afrontan el dolor de frente, sin tapujos y sin esconderse, abrazándolo y asumiéndolo, con los límites que cada uno tiene y hasta el punto al que puede llegar, pero sin huir de él, sabiendo que, al final, saldremos fortalecidos.
viernes, 8 de enero de 2016
FdD violencia
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