sábado, 23 de enero de 2016

FdD ante el poder


el problema para un fetichista es que es una especie de adicto, que cada vez tiene que ir a más. si te excitan las botas siempre quieres un par más; si es el cuero, nunca hay suficiente en tu ropero. pero ¿qué pasa cuando tu fetiche es la sumisión? ¿hay algún límite? ¿y si la sumisión se combina con el cuero y las botas? entonces nunca tienes suficiente de todo, porque en el fondo lo que quieres es no tener nada y depender completamente de tu Amo, esa es la sumisión.
la interrelación de las tres cosas hace que focalices en las botas y el cuero el poder y la autoridad a la que someterte. por eso los sumisos fetichistas temblamos y sentimos cosas ante los Amos vestidos de cuero y/o con botas. para nosotros son la encarnación del poder, y ante un poder uno no puede sino someterse.

No hay comentarios: