a veces el perro quiere arrancarse la jaula, especialmente cuando llega del trabajo. llevar la jaula no es difícil porque impide realizar el deseo sino porque es algo que llevas siempre y no es cómoda, ninguna lo es realmente, es algo extraño que tienes que hacer tuyo.
es como llevar la cadena al cuello. cuando el perro al ha llevado en madrid, llega un momento en que ya no recuerda que la tiene, sencillamente está ahí y la vez cuando te miras al espejo o cuando se vuelve incómoda al dormir.
sin embargo con la jaula no pasa igual, o al menos hace falta más tiempo para olvidarte que está ahí. también es verdad que los genitales no están siempre igual y a veces la jaula se vuelve dolorosa. el dolor que produce purifica, porque controla tu ego y te hace ver que no eres más que un esclavo que no controla su sexo.
a lo largo del día puede ocurrir que un mal gesto, o una mala postura termine en un latigazo de dolor. al perro le ha pasado varias veces y ha tenido que recomponerse. además está el hecho de tener que sentarse para orinar, algo que el perro tiene asumido pero que resulta muy vergonzante. sin embargo esta es su vida ahora y acepta con orgullo y honor.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
dia 2162 de esclavitud, 134 de castidad
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