si bien es cierto que a medida que entras en el bdsm y profundizas en él, es normal ir planteando tener una infraestructura suficiente para practicarlo. llega un momento en que una mazmorra se vuelve necesaria para poder tener allí encerrado al esclavo o poder practicar tranquilamente cualquiera de las técnicas de entrenamiento que llevan a la sumisión del esclavo. sin embargo también es posible llevar consigo esa mazmorra, sin tenerla físicamente. los materiales que aparecen en la imagen pueden caber en un bolso de deportes o en una maleta pequeña. sin embargo, bien utilizados y empleados, producen el mismo efecto que una jaula de barrotes. no es comparable, por supuesto, pero en caso de no poder afrontar tener un sótano completamente aprovisionado de estos elementos, esta es una alternativa aceptable.
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