el lugar en el que estés es importante. no es lo mismo estar arriba que estar abajo, ni es lo mismo estar dentro que fuera. con las esposas pasa algo parecido. no es lo mismo llevarlas por delante que por detrás. en el prime caso aún conservas cierta movilidad, en el segundo prácticamente ninguna. el perro recuerda una de las primeras películas donde sintió que se empalmaba ante una escena de bondage. en ella aparecía un tio amordazado con cinta aislante, que escapaba de unos asaltantes con las manos atadas a la espalda. ahora no recuerda el perro si eran unas esposas o unas bridas pero tiene en su mente grabada la escena del chico joven corriendo por la calle así, intentando mantener el equilibrio, por lo que tenía que correr inclinado hacia delante. era de noche y la película conservaba el ruido de la respiración entrecortada por el esfuerzo. muchas veces se corrió el perro viendo esa escena.
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