dia 1966 de esclavitud, 53 de castidad

el perro se ha levantado hoy con una extraña sensación, con el deseo de arrodillarse ante su Dueño y tocar con su frente el suelo ante El, como venerándolo. por supuesto el perro se lo ha comunicado al Dueño y éste le ha dicho que así debe ser, que el perro debe venerarlo por las cosas que el Dueño hace por su perro.
pocas veces había tenido el perro este sentimiento, cercano a lo religioso con el Dueño. lo había admirado; se había sorprendido de su sabiduría o de su seguridad, pero nunca había sentido eso. es, sin duda, una consecuencia, un efecto colateral de todo lo demás: de estar siempre pendiente de agradarle, de suplicar su permiso para todo, de esperar cualquier gesto confirmatorio por su parte. cada vez el Dueño es más el centro alrededor del cual gira la vida del perro, y eso tiene sus consecuencias.
las luchas en el trabajo siguen, y el perro las ve desde arriba, como desde una atalaya sin involucrarse. ya tiene un pie fuera de ahí así que no piensa caer ahora en esta dinámica. esto también es una consecuencia de que el Dueño sea el centro.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.