hoy el perro presenta una imagen pequeña, demasiado tal vez, incluso podríamos decir minúscula, pero no se juzgan las cosas en el bdsm por lo grande que son, si, ni siquiera eso en lo que casi todos están pensando, sino más bien en lo contrario. ¿quien es preferible? ¿un esclavo espectacularmente guapo, morboso y con un miembro espectacular pero con un ego igual de proporcionado o un esclavo normalito, tal vez no tan bien dotado pero fiel, obediente, sumiso, entregado y leal? juzguen los Amos por Ustedes mismos. la mayoría de las cosas que merecen la pena en el bdsm son cosas pequeñas, minúsculas a veces como un "si, Amo"; o un arrodillarse para lamer las botas, o llevar con orgullo la cadena, o sencillamente vencer a la tentación de masturbarte, sólo porque tu Amo quiere que vivas en castidad. el Dueño siempre recuerda al perro que una de las cosas que más le excita es llegar a pensar que el perro está almacenado, encerrado en algún sitio, preferiblemente una jaula, esperando a ser usado. no es nada llamativo, nada espectacular. de hecho una película porno basada en eso sería un rotundo fracaso, y sin embargo esa idea es suficiente para sobrecoger el espíritu dominante del Dueño. si, el perro cree que tal vez debería mos cambiar la mirada y fijarnos en las cosas pequeñas. tal vez todo iría mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario