martes, 14 de abril de 2015

FdD problemas

2015_04_14

una experiencia profunda del perro es que cuanto más habla, más mete la pata y se equiovca. por eso el silencio debe ser lo normal en un esclavo. dicen que tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos. cuando eso no se cumple, especialmente en un esclavo, empiezan los problemas. la comunicación lleva implícita la posibilidad del error y el malentendido. siempre es posible que emisor y recepto no consigan conectar debido al ruido que lleva toda comunicación. la única forma de evitarlo es cerrar la boca, pero eso corta la comunicación. la posible solución es limitar ésta durante un tiempo. en esos momentos el Dueño permitiría al perro "hablar libremente", cortando esa posibilidad el resto del tiempo. así el Dueño podría ir conociendo más a su esclavo para que la comunicación verbal llegara a ser innecesaria. el cuerpo del perro hablaría sin palabras. si esto fuera así todo sería mucho más fácil, y evitaríamos muchos problemas.

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