la objetificación es uno de los eslabones más bajos en el bdsm. si además se combina con algún otro aspecto, como juegos acuáticos, tener que tragar la orina del Amo o de cualquiera que el Amo quiera, la humillación es mayor.
para convertir a un esclavo en un objeto, al menos momentáneamente, los pasos son sencillos. primero hay que privarlo del habla amordazándolo. luego se le priva del movimiento con algún tipo de bondage, cuanto más restrictivo mejor. pero el auténtico efecto viene al privarlo del rostro. de esta manera se le quita la identidad, su identificación. sin rostro no puede ser reconocido.
privar a un esclavo del habla, el rostro y el movimiento hacen que, en cierto sentido, deje de ser persona y se convierta en un objeto. en la imagen de hoy incluso puede que le de asco tragar orina, pero está inmovilizado por la jaula, así que sabe que tendrá que hacerlo, que no tiene opción, que es inevitable. no puede elegir, y un hombre que no puede elegir, realmente no es un hombre.
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