el mayor acto de reconocimiento por parte de un esclavo es lamer las botas de su Amo. por supuesto si se queda exclusivamente en eso es un acto vacío de contenido, pero si lleva detrás todo el compromiso de sumisión y obediencia no hay mejor saludo que pueda hacer un siervo ante su Señor. el sabor del cuero introduce un sentido más a la sumisión del esclavo. normalmente en el bdsm se usa mucho la vista, pero cuando uno se acerca a su Amo, especialmente si lleva cuero, el olor y el sabor de éste se unen a todo el proceso de sumisión. ya sólo falta el tacto, y en el momento de lamer las botas, todo esclavo suele tocar también las botas del Amo.
los cinco sentidos entran en juego pero para transformar la realidad del esclavo. a partir de ese momento todo esclavo suele entrar en subspace, en ese espacio en el que la mente deja a un lado aparte la idea de que es un ser libre y que tiene autonomía. a partir de esa lamida no es más que un objeto a merced del Amo.
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