jueves, 26 de marzo de 2015

FdD sin masculinidad

2015_03_26

muchas veces ha dicho el perro que privar a un esclavo de su sexo es privarlo de su masculinidad, degradarlo y hacerlo inferior, aunque realmente lo que hace es manifestar, exteriorizar lo que realmente es. un esclavo no se hace inferior, nace inferior y la castidad sólo se lo hace ver, se lo recuerda.
no controlar tu sexo es no controlar tu vida. la impotencia que se siente a veces puede llegar a ser desesperante, pero precisamente esa impotencia se reintegra en forma de sumisión. cuando más tiempo llevas con una jaula puesta, más sumiso te vuelves, más obediente, más abajo desciendes en el mundo de la esclavitud.
muchos sumisos se introducen en el mundo de la sumisión como forma de conseguir un placer aún mayor al correrse y tener un orgasmo. sin embargo en el caso del perro esto es un proceso sin retorno, sin vuelta atrás, sin escapatoria. el perro ya no será libre ni podrá disponer de su sexo nunca más.

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