si uno consiguiera mirar las prácticas bdsm con los ojos con los que deben vernos los vanillas, aquellos que no son bdsm, seguramente seríamos capaces de ver lo humillante que resultan algunas, como esta que presentamos hoy. que alguien se arrodille delante de un dominante, con un arnés en la cabeza que le impide cerrar la boca y tenga que tragarse todo lo que le pongan delante resulta extremadamente denigrante, vejatorio y servil.
si ellos pudieran vernos con los ojos con que nos vemos nosotros se darían cuenta de la sumisión, ofrenda, entrega, respeto y devoción que hay detrás de este gesto. se darían cuenta de la confianza y la fuerza que es necesaria para hacer algo así y de como eso plenifica a los dos miembros, o más, de la situación, porque cada uno se siente unido con el universo, vinculado consigo mismo, ocupando su lugar en un mundo ordenado y que, por fin, tiene sentido para todos.
lunes, 2 de marzo de 2015
FdD si uno pudiera
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