un paraíso para un fetichista de las botas. el perro no puede imaginar un lugar mejor para estar. hay tantos donde elegir.. hay botas de Amos y botas de esclavo, marrones, negras, de todos los colores y formas. el perro se perdería en un lugar así.
como en otras ocasiones el perro echa de menos el olor, ese fuerte olor a cuero que aquí debe estar extremadamente concentrado.
lo que resulta más interesante al perro de todo esto es que, si fuera allí, no sería el perro quien elegiría sino que sería el Dueño el que, entre decenas de botas que hay aquí, escogería una adecuada para el perro. ahí está la clave, en que independiente de cuáles sean tus deseos, estos están condicionados pro los propios deseos del Amo.
jueves, 15 de enero de 2015
FdD paraiso en la tierra
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