un esclavo no tiene derechos, especialmente el de expresión. un esclavo bien entrenado no necesita decir nada, no tiene derecho a decir nada. bien sea en una situación normal y corriente o siendo torturado, el sonido, cualquier sonido, está de más. el Dueño ya ha dicho que cuando torture al perro, éste debe estar en silencio y sufriendo sin hablar, ni quejarse, ni emitir ningún sonido. quiere que sufra en silencio, ofreciéndoselo; y así será, porque el más mínimo deseo del Dueño es una orden para su perro.
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